Llega a ser ubicuo y un tanto aburrido.
Qué fácil es hablar de las emociones como si nada.
O criticar la razón por obsoleta.
O decir que unas están en el corazón y otras en la cabeza (falso).
O que debes dejarte sentir y perseguir tus sueños porque las emociones te guían.
O al rato decir que las emociones nublan la razón.
O decir que las emociones venden.
O la guinda del pastel: defender que hay un cerebro emocional y uno racional jejeje.
Y así, de contradicción en contradicción, polinizamos pensamientos que el viento se encarga de expandir.
Si vas por ahí… tú mismo. Darás vueltas y vueltas sobre modelos tan inestables que por mucho que te «emocionen» a ratos… tienen alcance muy limitado.
No hay nada más práctico que una buena teoría. Es evidente. Porque los resultados prácticos no surgen del vacío sino de los postulados adecuados.
Así que… olvida la eterna pelea entre emoción y razón.
Si vives en esa batalla de:
- querer hacer unas cosas y luego hacer otras, incluso contrarias,
- pensar una idea y luego la opuesta,
- «emocionarte» con tensión en lo que no quieres,
- no «emocionarte» como te gustaría con lo que merece la pena,
- sentir vergüenza y «razonar» limitadamente a partir de ella,
- «razonar» sin sentir emoción alguna,
- intentar controlar emociones sin éxito tras haber «meditado»,
- rumiar y rumiar temas y no salir de bucles,
- seguir soñando y soñando y soñando y defendiendo sueños y sueños de futuro en un ahora bastante pobre,
- querer que los demás tengan que ser de otra forma mientras tú te mantienes en cómo eres,
- tratar de cambiar a otros tanto como a ti mismo para cosechar resultados nimios,
- ir de llanero solitario con un collage personal pero muy poco productivo en realidad.
Muy probablemente en todos estos casos «tu modelo mental» está muy centrado en emoción – razón, la eterna batalla. Llevas más películas que la guerra de las galaxias y todavía «la fuerza no está contigo». Es normal: se gasta en una lucha que no existe.
El cerebro NO funciona así.
Así que aunque nuestras voces parezcan pelear entre deseos y acciones, los otros y yo, fuera y dentro, razón y emoción… nada de eso es así.
¿Vas viendo que no hay nada más práctico que una buena teoría? ¿Vas viendo que solo desde ésta hay métodos eficaces?
Si buscas conocerte a ti y encontrar una fuente de bienestar genuina, si buscas conocer a los demás para así no cambiarlos y relacionarte mejor,
olvida la batalla platónica del jinete que trata de sostener a los caballos.
La pista:
Cuando un niño salvaje, que ha sobrevivido milagrosamente en el bosque sin educación, ni padres, ni colegio… su cerebro, mente y conducta están seriamente alterados.
Tanto es así, que no es sencillo determinar para los investigadores si es un humano.
¿Porqué?
¿Porque tiene o no tiene emociones?
¿Porque puede o no puede razonar?
¿Porque hay conflicto entre emoción y razón?
NO.
Se duda de su humanidad porque no podemos asegurar que su cerebro social haya madurado.
No hay nada separado en el cerebro ni en la mente humana. Emoción y razón sirven unidas a un fin mayor que es la hipersocialidad.
Eso o seguir leyendo libros y series con The Mandalorian en galaxias muy lejanas con héroes… de película claro.