Me apasiona el análisis del comportamiento humano y estudio e investigo el cerebro como bien sabes.
 
Lo hago en un centro de prestigio, no lo digo por vanidad, sino por la exigencia y responsabilidad que conlleva y por caminar a lomos de gigantes.
 
Y no es nada sencillo esto del cerebro: dicen con razón que es el órgano más complejo del universo.
 
No solo eso, en ciencia no nos gustan las certezas fáciles: acumulamos probabilidades, nada más, de que las cosas sean de determinada manera.
 
Pero ahora resulta que NO hay un cerebro. Según el enterado de turno ¡son 3!
 
Es sabido que debe aportar mucho al Yo hablar de aquello que no se conoce. 
 
Y también que bajo la excusa de lo simple se esconde la memez, la cual se hace viral y luego queremos cambiar conductas y mejorar nuestras vidas… basándonos en métodos y explicaciones que se alejan tanto de la realidad, que en vez de ayudar la entorpecen.
 
Tengo experiencias dispares cuando me preguntan muchas personas por el cerebro triuno: la mitad agradecen y se atreven a aprender algo más práctico y real, por esfuerzo que lleve la comprensión nueva. La otra mitad, creyente diríamos, sigue insistiendo en semejante bobada. Se apegan con más fuerza (no sé si desde uno, dos o los tres cerebros claro).
 
No  juzgo personas que quede claro, que me conozco la «defensa»…, me centro en demostrar que esa opinión (no la persona) está basada en nada, puro éter.
 
Los triunos llegan a ser ubicuos.

– Ya te los encuentras en el ascensor. Viene la vecina y te avisa del cerebro reptil porque un vecino sube por las escaleras. Sí, es un horror, lo sé.
 
– Entras a Facebook y te dicen que si quieres vender tienes que llamar la atención del cerebro reptiliano de tus usuarios (haciendo patochadas de toda la vida, para así “llamar la atención”).
 
– O vas a una escuela de meditación y se jactan de explicar la conducta humana de tan irrisoria manera, pero lo visten con fotos del cerebro (obsoletas pero fotos al fin y al cabo).
 
El caso es que no lo digo yo solo sino todos los neurocientíficos: no hay tres cerebros sino UNO. 
 
No existe un cerebro reptiliano en el ser humano por muchas razones.
 
Y es que:
 
La evolución no se para. Creer que heredamos de los reptiles un cerebro y luego se “montó” encima uno mamífero y luego uno “racional” es alejarse de la neuroanatomía. Eso es un error pero pretender explicar la conducta por ahí es un doble error multiplicado.

La evolución no va a capas... ni es teleológica ni apesta a superioridad encubierta del Sapiens por cierto.​​

–  El cerebro como parte de la evolución por tanto, no se creó por capas, sino que reorganizarmos circuitos que ya existen para volverlos más complejos.
 
– Los seres humanos no tenemos el mismo cerebro reptiliano que se creó hace millones de años :). 
 
– El sistema límbico no se creó a partir de un cerebro reptiliano :). 
 
– Y la corteza no se creó a partir del límbico :). Ni es la sede de lo “consciente”.
 
Nosotros no estamos más evolucionados que otras especies: llevamos el mismo tiempo y hemos llegado hasta aquí.
 
– El cerebro reptiliano dicen que está destinado a la supervivencia :), ¿entonces porqué los neandertales desaparecieron si tenían reptiliano y los gusanos (que no tienen reptiliano jeje) sobreviven aún?
 
– Dicen que el reptiliano está en el presente :), ¿y los otros dos están en Marte en el futuro?
 
– Cuando actuamos no lo hace el reptiliano, lo hace todo el cerebro. Por cierto hay lugares del “reptiliano” que tienen una función muy social… pero para llegar a esto hay que leer mucho y de lo bueno.
 
– Cuando nos emocionamos no lo hace el límbico. Las emociones y la razón NO se pueden separar, no hay ni una sola explicación que pueda separar tan “fácilmente” razón de emoción.
 
– Si tienes una fobia y recuerdas una situación del pasado y viene una emoción, ¡participa todo el cerebro!
 
– Cuando razonamos no lo hace el neocórtex. ¡Lo hace todo el cerebro!

– El neocórtex dicen que planifica. ¿Y porqué los pájaros pueden hacerlo si no tienen neocórtex?​​
 
Las reacciones humanas no son “primitivas”, son reacciones humanas que en la mayoría de ocasiones ¡¡son aprendidas en un contexto social concreto moderno!!  
 
No hay cerebro moderno ni cerebro antiguo, ni seres vivos más evolucionados que otros, ¡todos los seres vivos vienen del mismo punto y si están vivos llevan el mismo tiempo aquí!
 
Esto de separar lo que está unido resulta ridículo para explicar la conducta humana, no digamos para entender la meditación o los estados de conciencia.

Pero separar lo que está unido en nombre de la meditación es alejarse de ella, incluso me atrevería a decir que implica falta de introspección de la unidad de la mente y de lo imbricados que se sienten, cuando miras dentro, sus diferentes módulos.​​
 
Si te hablan del cerebro triuno, huye despavorido y no te preguntes si eres un reptil, un león o un humano.  

Busca métodos y personas que ​​en vez de aportar simplezas te enseñen a abrazar la incertidumbre y la complejidad de todo.